viernes, 24 de mayo de 2013

Tarta Bautizo "El sueño de mi niña"



 ¡Hoooola! Una semana un pelín ocupada, ya por fin es viernes, y aquí estoy para mostraros una tarta muuuy especial, muy tierna, y muuuy dulce, nunca mejor dicho, jeje...

  Este Domingo es el bautizo de Rocío, una bebé de dos mesecitos, que según su tía, y la que va a ser su madrina, es un cielo de niña, muy deseada, y un regalito del cielo.

  Me dejó total libertad para hacer la tarta a mi criterio. Y según lo que me contó, y la ternura que siento yo por los bebés, me ha salido lo siguiente, ¡¡Ta Chaaan!!


  La tarta está inspirada en el deseo de ser madre, en el sueño de tener un bebé, lo que imaginas embarazada: El carrito que le vas a comprar, la decoración de su primera habitación, su cunita, los vestiditos, todas las cositas que les compras con tanta ilusión... Y la cantidad de sueños que tienes cuando estás embarazada, deseando verle la carita, deseando abrazarle...  Asomarte a su futura habitación y desear que esté allí tu bebé durmiendo en la cuna... Todas las mamás, papás, tíos, tías, primos, abuelitos, me entenderán...



  A veces se hace muy larga la espera, y todo ese sentimiento, ese sueño de ser padre, lo he intentado trasmitir en esta tarta, que, por qué no decirlo, me gusta mucho como me ha quedado.


  El modelado de ladito del bebé durmiendo, con el bibe al lado, me recuerda a mis niños cuando, después de la toma, se quedaban desplomados totalmente, felices y satisfechos... Hasta la siguiente...



  Es duro al principio, los primeros meses, la lactancia, las horas sin dormir, pero sobra decir que la recompensa es cientos, ¿¡qué digo cientos!? Millones de veces mayor.

  No hay amor en el mundo más incondicional...





 









  Y bueno, después de tanta sensibilidad, jeje, os digo que la tarta, además de dulce por fuera, también lo era por dentro.

  El bizcocho es un Genovés de Chocolate Blanco. Dos bizcochos en uno, para que fuera más grande la tarta. Ya he hecho varias veces éste bizcocho. Me gusta mucho, la suavidad, el sabor, lo esponjoso que queda, y nada empalagoso. Podéis ver la receta detallada en el blog. El relleno y la cobertura de fresa. Buttercream de helado de fresa. También podéis ver la receta en el blog, pues lo he hecho varias veces.

  La única diferencia con otras tartas es el almíbar, en esta ocasión lo bañé de almíbar de fresa, igual que los demás, pero en vez de esencia de vainilla, le añadí esencia de fresa. Una vez empapadito de almíbar, y dejado reposar, le di una capa de mermelada de frutos rojos casera, que acababa de hacer el día anterior, de fresas y frambuesas, súper rica y nada dulce, sólo lo justo, como nos gusta en casa. Otro día os pongo la receta de las mermeladas que hago, son muy sencillas, no se tarda nada, y el resultado es incomparable.

  Cuando el bizcocho chupó bien la mermelada, le añadí el buttercream de fresa, una capa generosa, y lo cubrí con la misma crema. Primero una capita "tapamigas", y una vez reposado en la nevera dos horitas, la segunda capa para que quede rectito, y perfecto para cubrir con fondant.

  Los colores pastel elegidos son los rosas: rosa bebé, rosita claro, y otro distinto que iba consiguiendo añadiendo blanco, y luego ya los tonos blancos, es la mejor combinación.

















  Intento siempre no sobrecargar en detalles, ni en colores, ya sabemos, menos es más... Aunque bueno, en éste caso me lié, y todos los detalles me parecían pocos. A veces, me meto tanto en lo que estoy haciendo, que es como si me diera igual el tiempo invertido, estoy disfrutando y sigo, y sigo, investigando, probando, hasta dar con el resultado, para mi, perfecto. De ahí la osita del lacito, el tren de vapor típico de las habitaciones infantiles, cargadito de sueños y de corazones de azúcar, los dados con el nombre de la nena, los patucos en su alfombrita, su cuna rodeada de sueños y núbes de azúcar estrelladas... La corona con su nombre, pues me dijo su tía que en casa la llaman "princesa"... Ains..., ¡me encanta!









  Espero que les guste a toda la familia del bautizo tanto como a mi, que disfruten comiéndola, guardándose, aunque sea, algún detallito de la tarta, que se hagan muchas fotos con ella, para cuando Rocío sea más mayorcita mire el sueño que tenía de bebé, y vea la ilusión de sus papás y toda su familia por tenerla, y el detalle de su tía y madrina para su bautizo...

  Me ha encantado hacer esta tarta, cada vez que se llevan mis pequeñas "obras de arte" (perdón por la modestia), una vez lista, me alegro, ya está hecho, y van a disfrutar de ella, pero una parte de mi siente un poquito de pena, pues son muchas horas de trabajo, de preparación y de ilusión. Son como mis hijitos, jeje, las tartas, los cupcakes, las galletas, pensaréis que estoy un poco colgada hoy, muy sensiblona, pues sí, qué le vamos a hacer... Menos mal que tengo las fotos, y en la retina gradadas las mejores imágenes y recuerdos...

  Y hasta aquí por hoy...

  Besazos, como siempre...

  Siempre dulce cocinillas...

4 comentarios:

  1. Te ha quedado preciosa y muy fina. Es ideal.
    Un beso

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  2. ¡Qué pasada! Es un sueño, nunca mejor dicho...¡qué ternura!
    Aunque valoro mucho el aspecto de sabores, texturas, etc. creo que la creatividad que plasmas es muy significativa.

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